Terapia para adolescentes (16 años o más)

Problemas habituales

• Ansiedad (sentir que todo te sobrepasa o estar siempre en tensión).

• Ataques de pánico (momentos intensos de miedo o agobio sin saber muy bien por qué).

• Sentirte triste o sin ganas de nada (depresión).

• Problemas con la autoestima (no sentirte suficiente o valorarte poco).

• Pensamientos repetitivos o comportamientos que no puedes evitar (conocido como TOC).

• Darle mil vueltas a todo (rumiación).

• Pensamientos negativos sobre ti, los demás o el futuro.

• Dolor emocional fuerte (sentimientos que duelen y no sabes cómo manejar).

• Dificultades para controlar el enfado o la rabia.

• Impulsividad (hacer cosas sin pensar y luego arrepentirte).

• Problemas para decir lo que piensas o poner límites (asertividad).

• Dificultades para hacer o mantener hábitos (como estudiar, dormir bien, etc.).

• Sentirte perdido al tomar decisiones importantes.

• Duelos (la pérdida de alguien o algo importante).

• Sentir que tu vida no tiene sentido o que todo te da igual.

• Vivir en “piloto automático” o desconectadx del presente.

• Miedos o fobias (a situaciones, lugares, animales, etc.).

• Dolor físico persistente que afecta tu día a día (dolor crónico).

A veces la vida se pone difícil. Puedes sentir ansiedad, tristeza, vacío, miedo, enfado… o simplemente no tener claro qué te pasa. Es normal intentar evitar esas emociones, hacer como si no estuvieran o esperar que se vayan solas. Pero muchas veces, por mucho que lo intentamos, ese malestar sigue ahí, o incluso se hace más intenso. Entonces, ¿qué se puede hacer?

La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) propone algo distinto: en lugar de pelear con lo que sentimos, aprendemos a hacerle sitio y, al mismo tiempo, a acercarnos a lo que realmente nos importa. La pregunta no es “¿cómo dejo de sentirme así?”, sino “¿cómo puedo construir una vida que tenga sentido para mí, incluso con esto que me duele?”

En las sesiones trabajaremos juntos para que puedas entender mejor lo que te está pasando, conocerte más y tomar decisiones que te acerquen a la persona que quieres ser. No se trata de eliminar el malestar, sino de que no te frene. ACT es una terapia con base científica, que ha ayudado a muchos jóvenes a gestionar mejor sus emociones y vivir de forma más auténtica.

Este es un espacio seguro, donde puedes hablar sin miedo, sin juicios y a tu propio ritmo.

Si tienes 16 años o más, puedes pedir ayuda psicológica por tu cuenta: tienes derecho a decidir sobre tu salud mental y a que tus datos se mantengan confidenciales, igual que un adulto.